Abrir un ojo, dar una vuelta en la cama y recordar que aún queda bizcocho en la cocina. Bueno, eso si los que se levantan antes que tú no han acabado con él. Esa es la esperanza que sobeteas mientras arrastras los pies por el pasillo de camino a la mesa; y, sí, queda un trozo protegido con papel de cocina. Es tuyo, el último, y lo vas a disfrutar como un jabalí.
Antes de cocinar con crock pot, de vez en cuando hacía tartas y bizcochos, pero la pereza de encender el horno hacía que fueran menos las veces que las ganas. Ahora es otra historia: no necesito estar demasiado pendiente de la cocción y sé que, teniendo en cuenta algunos consejos, del slow cooker saldrá un bizcocho estupendo.
El último en llegar a casa para ser devorado ha sido el bizcocho de mármol o marmolado, que no se llama así por su dureza, sino por mezclar dos masas de distintos colores que hacen caprichosos dibujos una vez cocinadas. El dibujo que salga dependerá de la pericia que demuestres moviendo la brocheta cuando hayas vertido las masas en el molde. Del sabor se encargan la vainilla y el chocolate, dos amigos de la cuadrilla que hacen muy buena pareja.
Preparación: 30 minutos
Cocción: 2 horas
Función: ALTA
Raciones: 6
Molde
Batidora de varillas
6 huevos
225 g de harina
200 g de mantequilla
200 g de azúcar
1 cucharadita de levadura química (o impulsor)
2 cucharadas de cacao en polvo puro (sin azúcar)
1 pizca de extracto de vainilla
Sal
Precalienta la olla en ALTA.
Impregna el molde (alargado, redondo o de corona) con spray antiadherente de repostería o mantequilla a temperatura ambiente. Forra las paredes y el fondo del molde –si es posible– con papel de horno cortado a medida y vuelve a rociar con el spray.
Toma cinco huevos y reserva uno. Separa las claras de las yemas de los cinco huevos y reserva.
Funde la mantequilla en un cazo o en el microondas a fuego suave hasta que quede casi líquida.
Bate las yemas con el azúcar durante 5 minutos con una batidora de varillas. Añade el huevo entero y la mantequilla derretida. Bate durante 2 minutos.
Tamiza la harina y mézclala con la levadura. Incorpora a la masa de huevo mezclando a mano –con una espátula– con movimientos suaves.
Bate las claras a punto de nieve con una pizca de sal. Añade las claras a la masa anterior mezclando a mano –con suavidad– con una espátula.
Divide la masa en dos mitades y pon cada una en un bol. Añade extracto de vainilla en la primera y mezcla. Espolvorea la segunda con el cacao y mezcla.
Vierte las dos masas en el molde alternándolas y pasa una brocheta dentro de la masa moviéndola a capricho para que se formen los dibujos.
Coloca el molde en la crock pot, pon un paño limpio sobre los bordes de la olla y coloca la tapa encima.
Cocina durante 2 horas en ALTA. Controla la cocción pasada hora y media: el bizcocho estará listo cuando al traspasarlo con una brocheta, esta salga limpia.
Además del extracto de vainilla en polvo, puedes utilizar vainilla en rama, abriéndola por la mitad y rascando su carne con un cuchillo. También puedes usar azúcar vainillado o extracto de vainilla líquido. Utiliza lo que encuentres con más facilidad en tus tiendas habituales y cuida las proporciones: ve probando la masa una vez mezclada: el sabor debe ser sutil y no apabullante.