Hace unos meses, un buen amigo me preguntaba si merecía la pena hacer bizcochos en slow cooker. Si tú también te haces esa pregunta, la contestación es sí y mucho. ¿Qué ventajas tiene utilizar el slow cooker en lugar del horno para preparar bizcochos? Parece que el horno fuera el único territorio en el que un bizcocho puede ser feliz, crecer y desarrollarse para ser un dulce de altura en tu boca, pero no es así.
Ambos métodos son válidos, aunque uno de ellos sea aún bastante desconocido. Los bizcochos hechos en olla lenta salen muy jugosos –el medio húmedo que se crea en la olla juega a su favor–, dan menos problemas a la hora de crecer y salen más uniformes.
Además del evidente ahorro de energía, este método es una excelente alternativa para las casas en las que no hay horno –que las hay–, o para seguir disfrutando de un bizcocho casero en el desayuno aunque el verano pegue fuerte en tu cocina, porque, ¿quién es el guapo que se atreve a precalentar un horno en medio del estío madrileño?
Dicho lo cual te animo a que empieces tu ruta bizcochera por este básico bizcocho cuatro cuartos, un comodín tan sencillo de recordar que, una vez lo hayas cocinado un par de veces, podrás hacerlo de memoria aunque no encuentres la receta. Y si quieres dominar el mundo del bizcocho crockpotero, te recomiendo la lectura de estos consejos para hacer bizcochos en slow cooker.
Preparación: 30 minutos
Cocción: 2 horas
Función: ALTA
Raciones: 6
4 huevos
200 g de mantequilla derretida
200 g de azúcar
200 g de harina
1 cucharadita de levadura química (o impulsor)
Una pizca de sal
Mantequilla o spray desmoldante para engrasar el molde
Enciende el slow cooker en ALTA y deja que se precaliente mientras preparas la masa de bizcocho.
Derrite la mantequilla al baño María o a muy baja potencia en el microondas.
Mezcla el azúcar con la mantequilla derretida y bate ligeramente con una varilla.
Añade los huevos de uno en uno y bate cada vez que incopores un huevo a la mezcla.
Coloca la harina en un bol (tamízala si tienes un tamiz en casa, evitarás grumos e impurezas) junto con la levadura y la sal, y mezcla.
Incorpora la mezcla de harina al recipiente en el que has preparado los huevos, el azúcar y la mantequilla, y remueve con suavidad hasta que la mezcla sea homogénea.
Prepara un molde engrasando todo el interior con mantequilla a temperatura ambiente o spray para desmoldar.
Vierte la masa sobre el molde, coloca el molde en el recipiente de la olla lenta, pon la tapa y cocina durante 2 horas en ALTA.
Comprueba que el bizcocho esta hecho atravesando el centro con una brocheta metálica. Si sale limpia, el bizcocho está listo.
Deja que el bizcocho se enfríe por completo antes de desmoldar.
La masa de bizcocho debe tener una textura cremosa con un punto ligeramente líquido. Esto se consigue controlando la intensidad del batido. Si utilizas una batidora eléctrica durante mucho tiempo y a alta velocidad, corres el riesgo de que la masa se emulsione y quede demasiado espesa, resultando una textura más basta al hornear.
Si en lugar de azúcar normal utilizas azúcar glass, el bizcocho tendrá una textura más fina.
Conviene trabajar a partir de mantequilla a temperatura ambiente, ya que será más sencillo derretirla. Saca la mantequilla del frigorífico unas horas antes de hacer el bizcocho, se derretirá en un momento y también te será más fácil engrasar el molde.
Para que el bizcocho no acuse un exceso de humedad, coloca un paño de microfibra (yo tengo uno especialmente dedicado a esto) o varias capas de papel de cocina sobre la olla antes de taparla. La humedad que se genera dentro del slow cooker durante la cocción quedará concentrada arriba y no caerá sobre tu bizcocho.
Si quieres dar un poco más de prestancia a tu bizcocho cuatro cuartos –si cabe–, espolvorea con azúcar glass sobre la superficie una vez que se haya enfriado por completo.