Apionabo asado
Una receta pura y con pocos ingredientes para disfrutar del sabor intenso de esta raíz deliciosa.
Puedes escuchar el texto completo en este enlace al podcast.
Nunca me he dejado llevar por la moda de las recetas con pocos ingredientes y esta receta de apionabo asado no es una excepción. No busqué esa soledad, vino sola. Hay hortalizas que por sí solas hacen un plato de categoría. Una de ellas es el repollo –pruébalo asado en su punto en el horno–, y el apionabo no se queda atrás.
Cuando me planteé hacer una receta con apionabo, pensé en un principio en algo más elaborado, pero pronto me decidí por asarlo. Quise utilizar alguna salsa o un queso azul, pero después de varias pruebas eliminé estas opciones porque enmascaraban su sabor.
Al final, lo acompañé de un hilo de aceite de oliva virgen extra, un toque de sal gruesa o Maldon y un flusflús de hierbas frescas. No le hizo falta más. A veces la sencillez es suficiente para que un producto brille.
El sabor del apio y el apionabo en crudo es muy fuerte y característico, por eso mucha gente los rehuye. Pero una vez cocinados, su aroma se suaviza mucho.
El punto de cocción
Una brocheta nos dará las pistas que necesitamos para saber si el apionabo está completamente cocinado por dentro. No hace falta ni desenvolverlo, se pincha suavemente, se va introduciendo la brocheta y, si se traspasa por completo hasta el núcleo con facilidad, estará hecho. Si ves que la brocheta no entra suavemente o se para, dale un tiempo extra de cocción.
Cómo tratar la raíz
El apionabo tiene un aspecto un poco feo, porque es una raíz, su superficie es irregular y arrastra tierra al sacarla. Suelen venir ya lavados, y solo hace falta armarse con un pelador de verdura y sacar la piel hasta que quede limpio.
Si ves que trae muchos restos de tierra, dale un lavado bajo el grifo ayudándote de un guante rugoso o un pequeño cepillo.
¿Por qué lo envuelves?
Cuando se envuelven hortalizas como apionabo, batatas o patatas, pierden menos humedad al cocinarlas y quedan más jugosas y con un sabor más concentrado. Funciona igual que una papillote. Por supuesto, si no te convence o no quieres usar papel metálico de cocina, puedes asarlo tal cual.
Preparación: 15 minutos
Cocción: 4 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
1 apionabo de aproximadamente 800 g
Salvia o cebollino frescos
Sal gruesa o Maldon
Pimienta blanca
Aceite de oliva virgen extra
Lava el apionabo para eliminar todo resto de tierra.
Elimina una capa de piel con un pelador hasta que la superficie quede lisa y sin rugosidades.
Envuelve el apionabo con papel metálico de cocina y colócalo en el slow cooker.
Cocina durante 4 horas en ALTA o hasta que el apionabo esté completamente asado, con la pulpa blanda y al traspasarlo con una brocheta, esta entre fácilmente hasta su corazón.
Pica el cebollino o la salvia, y reserva.
Retira el papel metálico. Corta el apionabo en cuatro cuartos y filetea cada cuarto cortando desde la parte externa hasta obtener varias porciones finas.
Dispón las lonchas de apionabo en cada plato, añade sal gruesa o Maldon encima, un hilo de aceite, un poco de pimienta blanca y la hierba escogida.
Utiliza un cuchillo afilado y sin sierra para cortar los filetes de apionabo.