Las albóndigas con tomate son un plato que no podía faltar en este recetario de cocina lenta. A mí me gustan así, con tomate, por encima de cualquier otra preparación albondiguera. La ventaja principal de esta receta es que las albóndigas se preparan sin utilizar una gota de aceite o grasa, tan solo el que lleve la salsa de tomate, sin necesidad de freírlas o hacerlas en el horno.
Puedes utilizar tomate frito hecho en casa en la crock pot o, si vas apurado y no lo tienes preparado, usa tomate frito envasado. Las albóndigas tienen dos tiempos diferentes de cocción en función del resultado que quieras: cocción corta o larga.
La cocción corta dura unas dos horas en ALTA y se consiguen unas albóndigas que, aunque están perfectamente cocinadas por dentro, conservan la carne fresca, tierna y jugosa. La cocción larga dura alrededor de ocho horas en BAJA y se consiguen unas albóndigas más compactas que en la cocción corta, pero de mordisco suave y meloso.
Este es un descubrimiento que compartió hace tiempo María en nuestra comunidad de Facebook y sobre el que tenía mis dudas, pero cuando lo probé quedaron suficientemente despejadas. ¿Cual es mi cocción preferida para las albóndigas? Después de comparar ambas, si tengo tiempo me voy de cabeza a la larga, pero es importante que tengas en cuenta que solo es válida para carnes de calidad comparadas en pieza y picadas por el carnicero para hacer la mezcla con miga de pan y huevo.
De las albóndigas que vienen ya preparadas en sus bandejas de porexpan no respondo, no suelen resultar tiernas en largas cocciones –y de milagro en las cortas–. Compra buena carne –que tenga grasa si vas a hacer la versión larga– saca el tomate de donde lo tengas guardado y ponte a hacer pelotas de carne, ¡no dejes pasar esta receta de albóndigas con tomate en slow cooker!
Preparación: 20 minutos
Cocción: 2 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
600 g de carne de ternera picada
70 g de miga de pan
100 ml de leche
1 huevo
2 dientes de ajo
Perejil fresco picado
Nuez moscada
Pimienta negra recién molida
Sal
300 ml de salsa de tomate
Coloca la carne picada en un recipiente amplio.
Humedece la miga de pan con la leche y deja que empape bien. Escurre la leche y añade la miga a la carne.
Aliña la carne picada con nuez moscada y pimienta negra, ambas ralladas y molidas al momento. Sala y prueba hasta que esté a tu gusto.
Tritura los ajos y añádelos a la carne.
Agrega el perejil fresco picado (el perejil seco es el mal, en serio) y el huevo, y remueve la carne con la mano hasta que esté todo bien mezclado.
Forma bolas de carne boleando con las dos manos. Coloca las albondigas en la crock pot y cúbrelas con la salsa de tomate. Mueve la olla un poco (fuera de la carcasa) para que la salsa se distribuya por el fondo.
Cocción corta
Coloca la olla en la carcasa, pon la tapa y programa 2 horas en ALTA
Abre la olla a la hora y media de cocción y prueba una bolita. Si la carne está cocinada y tierna, apaga la olla (aunque no hayan pasado las dos horas programadas). Si las deseas algo más hechas, completa las dos horas de cocción.
Cocción larga
Coloca la olla en la carcasa y cocina durante 8 horas en BAJA.
Recuerda que en esta receta, la cocción corta no debe ser demasiado prolongada, solo necesitamos que las albóndigas se hagan suavemente para que la carne salga tierna. Escoge entre cocción corta o larga, las cocciones intermedias no dan buen resultado con las albóndigas.
Cuanto mejor sea la calidad de la carne, más buenas estarán las albóndigas. Si te es posible, pide a tu carnicero que seleccione una pieza de carne y la pique en el momento.
Consume la carne picada el mismo día que la compres, ya que en esta forma dura menos tiempo fresca. Su paso por la trituradora la hace más vulnerable a posibles contaminaciones bacterianas.