Crema de nabos
Saludan desde los estantes de las verdulerías sacudiendo sus hojas verdes, a veces se agrupan en manojos y tienen un bonito color cera. Son los nabos, unos tubérculos que se dejan ver en pucheros y potajes, y que reivindican un mayor protagonismo en la cocina doméstica. Son perfectos para hacer una crema de nabos que ha resultado estupenda también para tomar en frío, al estilo vichysoisse
El sabor de los nabos es peculiar, con ligero toque picante –tolerable por paladares sensibles– parecido al de los rábanos. Ese picor se mitiga mucho con la cocción, pero queda mucho de la personalidad de esta crucífera en la crema. La elaboración es muy sencilla. Como en casi todos los purés y cremas hechos en slow cooker, no hay más que trocear los ingredientes y dejar que se cocinen en la olla lenta sin prestarles mucha atención. Luego basta con triturar a conciencia, añadir la nata y sazonar al gusto.
Esta crema se va a quedar en la lista de comidas de mi casa. Nos ha encantado y, aunque en principio la iba a calentar para servirla, al probarla me gustó mucho en frío y la puse así. Recuerda mucho a una vichyssoise y es perfecta para los meses de verano. En caliente está riquísima también, y entra mejor cuando hace frío y necesitamos un poco de calorcito para el cuerpo.
Qué poner de guarnición
Además de los típicos picatostes o dados de pan frito, una mezcla de semillas le va fenomenal. Suelo usar para gazpachos y cremas de verduras una mezcla que tiene semillas de calabaza, girasol, lino y arándanos secos. Una opción saludable, a tope de Omega3 y con su toque crujiente, que siempre se agradece.
Preparación: 15 minutos
Cocción: 4 horas
Función: ALTA
Raciones: 4
Batidora trituradora
4 nabos (500 g)
2 patatas (600 g)
2 dientes de ajo
1 cebolla fresca
1 l de caldo de verduras
200 ml de nata líquida
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Perejil fresco
Sal
Pimienta blanca
Pela y lava los nabos y las patatas. Quita la piel a los ajos.
Corta en trozos medianos las patatas, los nabos y la cebolla.
Pon las hortalizas troceadas en el slow cooker con un poco de sal, el aceite de oliva y el caldo de verduras.
Cocina durante 4 horas en ALTA.
Tritura hasta conseguir una crema fina.
Incorpora la nata y mezcla.
Añade pimienta banca al gusto y rectifica el punto de sal. Espolvorea con perejil fresco picado.
Si vas a servirla como crema fría, deja que repose en el frigorífico durante un mínimo de 6 horas.
Si no tienes a mano caldo de verduras, puedes cocinar las hortalizas con agua. El caldo le aporta más sabor, pero es prescindible en caso de apuro.