Una tarde de frío pide una cena con sopa de ajo. El pan que queda sin comer se guarda con celo para hacer sopas o se compra expresamente para ello. Hace tiempo que me cuesta encontrar pan de sopa o sopako, como lo llaman en Euskadi. Un pan blanco tostado hasta dejarlo casi negro, ese pan que salía desafiante del carro de mi madre cuando tocaba hacer sopa y parecía decirme: cómeme si te atreves. Su sabor fuerte es estupendo para la sopa de ajo, dejando un punto tostado muy peculiar. Un pan que ya sale duro del horno, aquí no hay esperas.
Pero mientras planeo viaje al norte, me toca hacerlo con el pan que queda en el saco, cortado en rodajas finas y cocido en caldo hecho en casa. Esta sopa de ajo es sopa de ricos, porque lleva huevo (una herejía quizá para los puristas de la sopa de ajo) y la receta original, pobre y de aprovechamiento, era tan sencilla como pan, agua, pimentón, aceite y ajo. Se suele confundir la sopa de ajo con sopa castellana, pero esta última lleva más ingredientes: huevo, jamón y chorizo. Un día de estos la hacemos.
- 1l de caldo (o agua)
- 3 ajos
- 1 cucharada y media de pimentón dulce
- 2 huevos
- 150g de pan duro
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Enciende la Crock Pot y calienta el caldo en ALTA mientras elaboras la receta.
- Fríe los ajos fileteados en una sartén con aceite de oliva.
- Cuando los ajos se empiecen a dorar, retira la sartén del fuego, añade el pimentón y remueve.
- Añade el pan cortado en rodajas finas a la sartén, acerca al fuego (bajo) y rehoga hasta que se mezcle por completo.
- Incorpora el contenido de la sartén a la olla, mezcla con el caldo y deja que se cocine durante 2 horas y media en ALTA.
- Tras la cocción, prueba y rectifica de sal si hace falta. Remueve un poco la sopa para que quede homogénea.
- Bate los huevos y añádelos a la olla dando vueltas con una cuchara hasta que cuajen (cuajan en el momento).
- Sirve de inmediato.
Guarda los restos de pan para hacer sopa de ajo, pero no dejes que el pan se enrancie: usa pan de no menos de una semana o compra pan para sopa y déjalo secar durante tres días.
Si te gustan las sensaciones fuertes, puedes tostar el pan entero en el horno hasta que la corteza quede dorada. Así se parecerá un poco más a las sopas hechas con pan de sopa.