Esta quiche de verduras está hecha para los fans de la quiche lorraine que, además de disfrutar con esta maravilla originaria de Francia, quieren variar e introducir vegetales en las tartas saladas. Te preguntarás con qué hortalizas puedes hacerla, y yo te responderé: con las que estén de temporada y encuentres con facilidad en tu punto de compra habitual. El brócoli, la cebolleta, los tomates cherry y los espárragos verdes que te propongo en ingredientes, están todo el año en el mercado, pero puedes variar la receta introduciendo otras verduras.
Puedes probar a combinar también berenjena, calabacín, guisantes frescos, apio e hinojo (ambas en pequeña proporción, tienen un sabor muy marcado), alcachofas o puerro. Si quieres utilizar verduras de hoja, como la acelga o la espinaca, te recomiendo que les des un salteado previo y elimines el agua que puedan soltar; este líquido podría arruinar la quiche si no se retira a tiempo.
En otoño puedes hacerla con setas de temporada: boletus, champiñones Portobello, senderuelas, colmenillas o níscalos estarán estupendos servidos en quiche. También es imprescindible saltearlos previamente, sazonar y eliminar la humedad para obtener un buen resultado. Recuerda que cuanto más precalientes tu slow cooker, mejor se cocinará la masa y quedará con un tono más dorado; y no dejes de utilizar un paño bajo la tapa, es la mejor manera de eliminar humedad de condensación y obtener unas tartas estupendas.
- 250 g de harina
- 125 g de mantequilla fría
- 20 ml de leche
- 1 huevo
- 300 g de verduras de temporada (brócoli, tomates cherry, cebolleta y espárragos verdes)
- 150 ml de nata líquida
- 2 huevos
- 2 cucharadas de queso parmigiano o emmental
- Pimienta negra recién molida
- Sal
- Mantequilla a temperatura ambiente para pintar el molde
- Precalienta el slow cooker en ALTA mientras preparas los ingredientes.
- Corta la mantequilla en cuadraditos pequeños.
- Coloca la mantequilla en un bol junto con la harina y una pizca de sal. Amasa hasta conseguir una textura arenosa. Añade el huevo y la leche, y amasa hasta formar una bola de masa homogénea que no debe pegarse a las manos.
- Deja reposar la masa en el bol cubierta con papel film.
- Corta la cebolleta en rodajas pequeñas, el brócoli en ramilletes y los espárragos en trozos pequeños excepto las yemas, que irán enteras.
- Bate la nata, los dos huevos y el queso con una batidora de brazo. Añade sal y pimienta, prueba y rectifica el punto de sazón.
- Estira la masa sobre una capa de film de cocina con ayuda de un rodillo hasta que tenga una forma adecuada para cubrir el fondo del molde y aproximadamente 3 centímetros de los bordes.
- Pincela el molde con un poco de mantequilla a temperatura ambiente.
- Toma la masa apoyada en el rodillo con la parte del papel film hacia arriba y colócala sobre el molde. Ve acomodándola con cuidado y, cuando esté amoldada a su forma, elimina suavemente el papel film. Recorta el borde para que sea uniforme.
- Pon las verduras cortadas y los tomates cherry repartidos sobre la masa.
- Coloca el molde en el slow cooker, vierte la masa batida encima dejando unos milímetros de margen en el borde.
- Coloca un paño sobre el recipiente de la crock pot y pon la tapa encima.
- Cocina entre 2 y 3 horas en ALTA. Empieza a controlar el punto de cocción a las dos horas: la quiche debe estar bien cuajada y tostada.
- Saca la olla extraíble de la carcasa para que vaya perdiendo calor y deja que se temple destapada.
El film plástico te ayudará a formar la masa y manipularla sin que se rompa. Se retira sin problemas una vez colocada la masa en el molde: solo hay que tirar con suavidad y se despegará.
Utiliza las verduras de temporada que encuentres en el mercado. Las que he utilizado en esta receta son tan solo una suculenta recomendación.
La masa da para hacer dos quiches pequeñas de alrededor de 15 cm de diámetro. Al no poder dividir el huevo, es complicado indicar una fórmula para hacer masa para una sola tarta. Puedes aprovechar para hacer otra tanda más de quiche o congelar la mitad para tenerla lista en otro momento.