¿Son las patatas gajo una preparación exclusiva del horno? Nooooo y cien veces no. Sin necesidad de moverlas apenas, ni darles la vuelta constantemente para que se hagan por igual, las patatas gajo, ilustre guarnición venida de tugurios en los que se venden hamburguesas a porrillo, se pueden hacer con éxito en slow cooker. Tan solo hay que aplicar un par de truquillos y escoger las patatas adecuadas: que sean aptas para freír, a poder ser de la variedad monalisa.
El primer truco es repartir el aceite con el ajo y las hierbas o especias que vayas a usar utilizando un bol con tapa, para poder cerrarlo y agitar como si fueran las maracas de Machín. Después de ese baile infernal patatero quedan impregnadas por completo. El segundo es así de simple: en lugar de poner las patatas directamente sobre el recipiente, pon una lámina de papel de horno que cubra el fondo y las paredes, y cocina las patatas sobre el papel. Aquí no valen sustitutos: ni una lámina de silicona, ni papel de aluminio, ni film plástico permitirán que las patatas se muevan con la misma soltura como hacen al mover el papel.
El tercer truco de la jornada es poner un paño debajo de la tapa –como cuando hacemos bizcochos en crock pot– para que absorba la humedad y las patatas queden sueltas y no caldosas. Con toda esta sabiduría servida en gajos, tendrás una guarnición hecha sin esfuerzo para tus carnes, pescados o platos vegetarianos. ¿Con qué las vas a acompañar?
Cómo hacer patatas gajo en slow cooker
- 600 g de patatas nuevas o monalisa de calibre mediano
- Mezcla de finas hierbas secas: romero, tomillo, etc.
- Sazonador picante
- 1 ajo
- Sal gorda
- 50 ml de aceite de oliva virgen extra
- Papel de horno
- Lava las patatas con un cepillo y sécalas bien.
- Corta las patatas en gajos siguiendo este esquema. Corta a lo largo por la mitad cada patata, corta esas mitades en dos mitades y a su vez, esas mitades en dos mitades. Obtendrás 8 gajos de cada patata.
- Seca las patatas con papel de cocina para eliminar la humedad.
- Pon el aceite en un bol, añade una cucharada de mezcla de finas hierbas (o algo más, según tu gusto), el sazonador picante, el ajo triturado y sal gorda. Añade las patatas y mezcla bien. Si tienes un bol con tapa, te resultará muy fácil mezclarlas poniendo la tapa y moviendo el bol.
- Cubre el recipiente con una lámina de papel de horno. Coloca las patatas encima y cubre el recipiente con un paño de cocina limpio. Pon la tapa encima y cocina durante 3 horas en ALTA.
- Si lo deseas, a mitad de cocción puedes mover ligeramente el papel para que las patatas se distribuyan de nuevo y las que están más lejos de las paredes se doren también.
- Sirve las patatas recién hechas como guarnición.
El papel de horno evita que las patatas se peguen a las paredes del slow cooker y permite que se hagan por igual sin necesidad de remover frecuentemente, quedando enteras y facilitando sacarlas del recipiente sanas y salvas y en un solo movimiento.
Utilizamos el truco del paño para absorber una parte de la humedad durante la cocción y que las patatas se peguen menos unas a otras.
Estas patatas se deben comer recién hechas: no aguantan bien el recalentamiento y pierden gran parte de su gracia con el reposo.