Los puristas –que hacen muy bien en serlo– del cold brew no van a entusiasmarse con esta receta. El cold brew coffee es un proceso de elaboración del café en frío, haciendo una infusión en agua durante muchas horas. Si la palabra sacrilegio está a punto de salir de tu boca, no sigas leyendo. Si te pica la curiosidad, aquí tienes una receta que acelera el proceso introduciendo calor suave –por eso es ligeramente hot– pero sin sobrepasar los 65ºC para respetar los aromas del café.
El auténtico cold brew coffee se prepara en frío con un tiempo de infusión de hasta 24 horas. Utilizando el slow cooker reducimos el tiempo de preparación a poco menos de dos horas más el tiempo de enfriado. Es importante no sobrepasar los 65º de temperatura para asegurar una buena bebida, por eso es imprescindible utilizar un termómetro de cocina para cortar la cocción al llegar a la temperatura indicada. Si estás pensando en preguntarme si puedes hacerlo sin termómetro, la respuesta es no, no te lo aconsejo; puedes olvidarte de que lo has puesto o sobrepasar la temperatura y arruinar una tanda de café.
No intentes esta receta con un café flojeras, barato o torrefacto. Te recomiendo usar cafés de especialidad, que tienen una excelente calidad, están seleccionados y cuidados desde la plantación y son tostados de manera artesanal. Esta receta es para darse un gusto al paladar y tomar un café lleno de sabor y matices.
Ahora que estamos en días calurosos, es una gozada tener este café preparado en la nevera y poder tener un café con hielo, un granizado o una granita en un momento. Si no tienes una cafetera Chemex, lo puedes filtrar haciendo un apaño con un filtro de café colocado sobre un chino o un soporte. Ikea tiene dos soluciones muy económicas: la cafetera de goteo HÖGMODIG y el filtro ÖVERST. En los dos casos los filtros de metal se utilizan como soporte –para esta receta– y es imprescindible utilizar filtros de papel para asegurar un café sin residuos y perfectamente filtrado.
Cómo hacer cold brew coffee en slow cooker
- 1 medida* de café recién molido
- 8 medidas* de agua
- Muele el café en textura gruesa.
- Coloca las medidas de café y agua en el recipiente del slow cooker.
- Pon un termómetro de sonda en contacto con el líquido, coloca la tapa y calienta en ALTA hasta que alcance 65º.
- Apaga el slow cooker, retira el recipiente de la carcasa y deja que se enfríe por completo.
- Filtra el café lentamente con un filtro de papel, sin presionar ni forzar el filtrado.
- Guarda el café en tarros con cierre hermético en el frigorífico, refrigera durante al menos 10 horas antes de beberlo y consúmelo en los 10 días siguientes.
*Utiliza una medida que tengas en casa: una taza de café, un vaso más o menos grande, dependiendo de la cantidad de café que quieras hacer o quepa en tu slow cooker. Con el sistema de medidas no tendrás que ceñirte a cantidades fijas y será muy sencillo calcular la cantidad de café que quieras preparar según tus necesidades.