Mientras le daba fuerte a la batidora de varillas para hacer este bizcocho esponjoso de chocolate, imaginaba la cantidad de veces que me iban a preguntar en la comunidad crockpotera si me había olvidado de poner el impulsor (levadura) en los ingredientes. Y no, no me he olvidado de los polvillos mágicos, que no son siempre necesarios, sobre todo si hacemos magia batiendo las claras a punto de nieve. El aire que entra en la masa durante ese proceso es suficiente para que el bizcocho suba y quede esponjoso. Gracias a ese trabajo, este bizcocho queda suave, fino, diferente a un bizcocho tradicional.
El sabor lo va a marcar el tipo de chocolate que utilices: si te gustan las sensaciones fuertes te recomiendo que busques una buena cobertura de chocolate negro con un 75% de cacao –para un bizcocho amargo sin medias tintas–. Si prefieres algo más suave y dulce, utiliza una cobertura con menor porcentaje de cacao. Puedes utilizar este bizcocho para hacer tartas –jugando con distintos rellenos y coberturas–, o presentarlo como lo que es, un bizcocho de chocolate puro y duro, tierno y esponjoso, de esos que duran poco tiempo una vez fríos.
- 200 g de chocolate negro de cobertura (en gotas o tableta)
- 200 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 4 huevos
- 150 g de azúcar
- 100 g de harina
- 1 pizca de sal
- 200 g de chocolate negro de cobertura (en gotas o tableta)
- 200 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 4 huevos
- 150 g de azúcar
- 100 g de harina
- 1 pizca de sal
- Spray antiadherente o mantequilla para el molde
- Enciende el slow cooker en ALTA y deja que se precaliente mientras preparas la masa.
- Si utilizas chocolate de cobertura en barra, trocéalo en trozos finos.
- Mezcla las perlas de chocolate (o los trozos) con la mantequilla a temperatura ambiente y ponlos en un bol a fundir en el microondas (a baja potencia y en tramos cortos hasta que funda sin quemarse) o al baño María.
- Separa las claras de las yemas y reserva ambas.
- Monta las claras a punto de nieve –con una pizca de sal– con una batidora eléctrica de varillas. Reserva.
- Pon en un bol las yemas y el azúcar, y bate con la batidora de varillas eléctrica hasta que se forme una crema y cambie a un color más blanquecino. Incorpora la mezcla de mantequilla y chocolate fundido y bate durante un minuto.
- Incorpora la harina y mezcla a mano con una espátula y movimientos suaves.
- Por último, añade las claras montadas y mezcla a mano con suavidad hasta que estén integradas.
- Vierte la masa en el molde engrasado –con spray antiadherente o mantequilla a temperatura ambiente– y coloca el molde en la olla. Pon un paño de rizo o microfibra sobre la olla y coloca encima la tapa. Tensa un poco el paño estirando los picos.
- Cocina durante dos horas. Cuando lleve hora y media de cocción, comprueba que el bizcocho está hecho traspasándolo con una brocheta. Si sale limpia, estará listo. De lo contrario alarga la cocción en tramos de 30 minutos.
- Saca el molde de la olla para que se corte la cocción y deja que se enfríe antes de desmoldar.
Para un mejor desmoldado, y siempre que el molde lo permita por su forma, puedes poner papel de horno cortado a medida en el interior del molde. Eso impedirá que el bizcocho se pegue a las paredes.